domingo, 16 de diciembre de 2012

Enfermedades Micoticas

Las lesiones que más frecuentemente produce el papilomavirus humano (HPV) en enfermos portadores del HIV, son las verrugas vulgares planas, filiformes y las genitales o condilomas acuminados. Ocasionalmente puede observarse la papulosis bowenoide.

 
Las verrugas generalmente son múltiples. Las vulgares, algunas veces voluminosas y diseminadas, localizan preferentemente en manos y pies.

Las verrugas filiformes y las planas predominan en la cara y se presentan en gran número. La papulosis bowenoide se caracteriza por elementos papulosos, múltiples (rara vez únicos), en zona genitoinguinal, de tamaño y pigmentación variables, con imágenes histológicas semejantes a la enfermedad de Bowen. No obstante, las lesiones son benignas y regresan con tratamientos conservadores o en forma espontánea, pero pueden persistir por años. Los papilomas virus serotipo 16 y 18 son el agente causal de esta afección (9).
 
Diagnóstico:
 
·       Clínica.
·       Biopsia de las lesiones.
·       Microscopía electrónica.
·       Reacción en cadena de polimerasa (PCR).
·       Hibridización del ADN viral.
 
MOLUSCO CONTAGIOSO                                                                   
 La infección por poxvirus la observamos con una frecuencia considerable (5-10%) de los pacientes HIV+.
Las pápulas umbilicadas se presentan a veces en número y extensión extraordinarias, localizándose preferentemente en cara y tronco. En otras oportunidades se han visto diminutas pápulas en región anoperineogenital o elementos aislados, solitarios y de gran tamaño en miembros inferiores y superiores y en cara, a veces simulando verrugas o simulando una foliculitis de la barba.
 
La presencia de molusco contagioso, con predilección por cabeza y cuello, que no involuciona a los 3-4 meses en forma espontánea y que recidiva pese a reiterados tratamientos debe hacer pensar en infección por HIV. La histoplasmosis y la criptococosis pueden, en pacientes HIV+, adoptar el aspecto de molusco contagioso.
 
LEUCOPLASIA VELLOSA ORAL (LVO):
Actualmente se atribuye la etiología de esta enfermedad el virus de Epstein- Barr.  Se caracteriza por la presencia de lesiones irregulares en la lengua, que se localizan habitualmente en uno o ambos bordes laterales, aunque pueden extenderse hacia la superficie dorsal y ventral. Se presentan como pliegues o corrugaciones finas de color blanquecino, paralelas entre sí y perpendiculares el eje mayor de la lengua que dan al borde de las mismas un aspecto característico.            

A veces tienden a confluir conformando pequeñas placas. En general se trata de lesiones asintomáticas que en ocasiones se entremezclan con candidiasis de la lengua. Se comporta como marcador clínico de inmunosupresión y es altamente predictiva del desarrollo del SIDA.       

 
 
 
 
CANDIDIASIS
Se considera a la candidiasis oral una de las enfermedades más importantes para el seguimiento y control de los pacientes HIV+, ya que un 90% de estos la padecen en alguna etapa de su enfermedad. Episodios recurrentes de candidiasis oral generalmente ocurren en pacientes con un recuento de LTCD4+ por debajo de 300 por mm3, considerándosela un factor de progresión. Es la manifestación más frecuente en niños HIV+, siendo su incidencia de entre el 20 – 72%.
Aunque puede ocurrir sin depleción severa de los LTCD4+, es mucho más común en chicos con conteo bajo de los mismos o con enfermedad sintomática por HIV.
 
 



Candidiasis vaginal

Etiología : Infección causada por hongos saprofitos levaduriformes, siendo el más frecuente la Cándida albicans (80-90%) Factores predisponentes: Embarazo, diabetes, inmunosupresión, toma corticoides, antibióticos amplio espectro, anticonceptivos hormonales

Clínica:
Entre un 25 - 40% asintomáticas
- Las sintomáticas presentan: prurito vulvar intenso, leucorrea grumosa (similar yogur o requesón) , NO maloliente. Puede existir disuria y dispareunia

Diagnóstico:

Se basa principalmente en los hallazgos clínicos. Entre las pruebas complementarias necesarias para confirmar el diagnóstico clínico destacan:

Ph vaginal normal
Examen de exudado en fresco con suero fisiológico bajo microscopio: observar micelios o esporas. Si se añade KOH puede mejorar la visualización de las cándidas.
La citología NO es una prueba diagnóstica, pero sí permite detectar la presencia de cándidas que, generalmente, corresponde a las formas asintomáticas.
La prueba confirmatoria, sobre todo en casos donde la microscopia no permite visualizar la candida; cuando el tratamiento empírico no sea eficaz o en formas crónicas es el cultivo vaginal.

Tratamiento:

- Es importante tener en cuenta que sólo debemos tratar a aquellas pacientes sintomáticas. Por otro lado, el tratamiento de la pareja no debe realizarse, salvo en aquellos casos en los que presente clínica.
- En los casos de candidiasis recurrente (4 o más episodios/año), se deben descartar factores predisponentes, así como conocer el agente etiológico mediante cultivo vaginal. Se recomienda en estos casos, tratamiento sistémico mensual durante 4-6 meses.
- Existen múltiples posibilidades de tratamiento. Se recomienda tratamiento tópico de primera línea frente al sistémico, evitando así efectos secundarios como la hepatoxicidad.

 

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